Cada vez más gente saca fotos con sus celulares o cámaras con GPS y las sube con una etiqueta que muestra dónde se obtuvo la imagen.
Los especialistas en seguridad advierten del riesgo de este nuevo hábito.
Los especialistas en seguridad advierten del riesgo de este nuevo hábito.
Cuando Adam Savage, el conductor del popular programa de ciencias "MythBusters", subió una foto a Twitter en la que se veía su auto estacionado frente a su casa, permitió que sus admiradores supieran mucho más de él que el hecho de que tenía una Toyota Land Cruiser.
La imagen contenía una geoetiqueta, información que proporcionó la longitud y la latitud del punto donde se sacó la foto Así, reveló con precisión el lugar donde vivía. Como el texto que acompañaba la foto era "Ahora me voy a trabajar", posibles ladrones supieron que no iba a estar en su casa.
Los especialistas en seguridad y privacidad han empezado a advertir sobre los posibles peligros de las geoetiquetas que contienen las fotos y videos tomados con cámaras digitales y teléfonos inteligentes equipados con GPS. Como los datos de localización no son visibles para el observador casual, lo que resulta preocupante es que mucha gente pueda no darse cuenta de que esa información está ahí, por lo que podría poner en peligro su privacidad –o su seguridad- cuando sube elementos geoetiquetados online.
Savage dijo que estaba informado sobre las geoetiquetas. (Como corresponde, dado que conduce un popular programa con entusiastas de la tecnología.) Pero señalo que se había olvidado de desactivar la función de su iPhone antes de sacar la foto y subirla a Twitter.
"Supongo que no me preocupé, ya que no soy tan famoso como para que me persigan", declaró. "Si lo soy, quiero un aumento."
De todos modos, a partir de entonces Savage desactivó el geoetiquetado de su iPhone, y no piensa más en la foto archivada en Twitter porque se mudó.
Otros, sin embargo, pueden no estar tan informados ni preocuparse tan poco por su privacidad.
"Yo diría que muy poca gente está enterada del geoetiquetado", dijo Peter Eckersley, un especialista en tecnología de la Electronic Frontier Foundation de San Francisco, "y el consentimiento se convierte en una especie de terreno resbaladizo cuando la única forma en que se puede desactivar la función de un teléfono inteligente es a través de un menú invisible del que nadie sabe gran cosa."
De hecho, desactivar la función de geoetiquetado por lo general comprende pasar por varias capas de menús hasta que se encuentra la función "ubicación" (location), luego de lo cual se selecciona "desactivar" (off) o "no permitir" (don't allow). Pero hacer eso a veces puede desactivar todas las funciones de GPS, incluido el mapeo, de modo que puede ser complicado.
El sitio web ICanStalkU.com proporciona instrucciones paso a paso para desactivar la función de geoetiquetado de fotos en aparatos iPhone, BlackBerry, Android y Palm.
La ubicación de una persona también se revela al usar servicios como Foursquare y Gowalla, así como cuando se postea a Twitter desde un celular con GPS, pero los datos no están ocultos, como pasa cuando se suben fotos.
Un grupo de investigadores académicos y analistas independientes de seguridad de la web, que se autodenominan "white hat hackers" (hackers de sombrero blanco), tratan de informar a la gente sobre las geoetiquetas mediante la publicación de estudios y presentaciones en reuniones de tecnología como Hackers On Planet Earth o la conferencia Next HOPE que se realizó el mes pasado en Nueva York.
Sus conferencias y trabajos demuestran la omnipresencia de fotos y videos geoetiquetados en sitios web como Twitter, YouTube, Flickr y Craigslist, y cómo pueden usarse esas fotos para determinar dónde vive una persona o qué lugares frecuenta.
En muchas de las fotos se ven chicos jugando en o frente a sus casas. Otras revelan autos caros, computadoras y televisores de pantalla plana. También hay fotos de gente en casas de amigos o en el local de Starbucks que visitan cada mañana.
Si se bajan complementos gratuitos como el Exif Viewer para Firefox o el Opanda IExif para Internet Explorer, cualquiera puede detectar la ubicación del lugar donde se sacó la foto y crear un Google map.
Por otra parte, dado que sitios multimedia como Twitter y YouTube tienen inferfaces de programación de aplicaciones accesibles a los usuarios, alguien que sepa un poco de escritura de códigos de computadoras puede crear un programa para buscar fotos geoetiquetadas de manera sistemática. Por ejemplo, puede buscar las fotos que estén acompañadas de textos como "de vacaciones" o las que se hayan sacado en un barrio específico.
"Cualquier chico de dieciséis años que tenga conocimientos básicos de programación puede hacerlo", dijo Gerald Friedland, un investigador del Instituto Internacional de Informática de la Universidad de California en Berkeley. Él y un colega, Robin Sommer, escribieron un trabajo titulado "Sobre las implicaciones del geoetiquetado para la privacidad", que presentaron el martes en un taller en Washington en el marco de la conferencia anual sobre seguridad de la Asociación de Sistemas de Computación Avanzados.
El trabajo proporciona tres ejemplos de fotos subidas a Twitter y Craigslist, y un video casero de YouTube.
Al observar las geoetiquetas y el texto de los posteos, dijo Sommer, "se puede determinar con facilidad dónde vive la gente, qué tipo de cosas tiene en la casa y también cuándo no va a estar."
"Nuestra intención no es mostrar cómo se hace", agregó, "sino que la gente tome conciencia y entienda sus aparatos para que pueda desactivar esas opciones si quiere hacerlo."
ICanStalkU.com, que desarrollaron los consultores de seguridad Larry Pesce, de la NWN Corporation de Waltham, Massachusetts, y Ben Jackson, de Mayhemic Labs de Boston, advierten de forma más directa sobre los posibles peligros de las geoetiquetas. El sitio presenta un flujo en tiempo real de fotos subidas a Twitter, y la persona que subió la foto también recibe una notificación vía Twitter.
"La reacción de la gente es de indignación –'Lo voy a desmayar de un golpe'- o dice: 'No, no lo sabía' o 'Dios mío, no tenía ni idea'", contó Pesce.
En esa última categoría estaba Cristina Parker, de El Paso, una vendedora part-time de artefactos en Kmart que también maneja medios sociales para empresas chicas. ICanStalkU.com le notificó la semana pasada que la foto de su chihuahua Zipp que había subido a Twitter también revelaba dónde vivía.
"Contesté de inmediato para ver qué podía hacer al respecto", dijo Parker. El sitio le mandó un link a instrucciones sobre cómo desactivar la función de geoetiquetado de su teléfono inteligente LG Ally. "Para mí también es muy bueno saberlo por mi trabajo en medios sociales", declaró.
Debido a la manera en que formatean las fotos algunos sitios, como Facebook y Match.com, la información de la geoetiqueta no siempre se mantiene cuando se sube una imagen, lo que proporciona cierta protección, si bien accidental. Otros sitios, como Flickr, hace poco tomaron medidas para bloquear el acceso a la información de las geoetiquetas de imágenes tomadas con teléfonos inteligentes a menos que un usuario lo permita de forma explícita.
Los especialistas, sin embargo, opinan que el problema va mucho más allá de la actividad en redes sociales y de las fotos que se comparten en sitios web, independientemente de si éstos ofrecen protección de la privacidad del usuario.
"Hay muchos lugares a los que la gente sube fotos, como blogs personales y anuncios electrónicos", dijo Johannes B. UIlrich, gerente de tecnología del SANS Technology Institute, que proporciona capacitación en seguridad de la web y monitorea Internet en busca de posibles amenazas a la seguridad.
Proteger la privacidad no es sólo una cuestión de estar informado y ser responsable en el plano personal, afirmó el investigador Sommer. Un amigo puede sacar una foto geoetiquetada de nuestra casa y subirla.
"Hay que educarse y educar a los amigos, pero en definitiva no se tiene control alguno", señaló, y agregó que pensaba crear un programa para detectar en Internet fotos con geoetiquetas correspondientes al domicilio de usuarios.
"Estoy empezando a pensar que puede haber un mercado para eso."
Artículo original de: Kate Murphy - The New York Times
Fuente: Diario Clarín
Artículo original de: Kate Murphy - The New York Times
Fuente: Diario Clarín
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