Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la diabetes afecta al 10% de la población mayor de 25 años. Se especula que este mal afecta a unos 130 millones de personas en el planeta, en diferentes grados.
Además, la carga de morbilidad está en crecimiento, en particular en los países en desarrollo. Si bien identificar las causas no es sencillo, está comprobado que muchas veces está relacionado con el rápido aumento del sobrepeso, la obesidad y la inactividad física.
Entre algunos de los posibles síntomas se encuentran las deformaciones anatómicas, aumento de la presión arterial y alteraciones en el riego sanguíneo, lo que provoca con frecuencia daños nerviosos en piernas y pies, incluso en ocasiones también en manos y brazos.
La consecuencia más severa de esta patología es la amputación de algún miembro de las extremidades inferiores o superiores, lo que deja a algunos diabéticos con discapacidad.
SenseGO
Científicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén desarrollaron una media con sensores llamadas SenseGO, que transmiten información a una aplicación de smartphone para monitorizar el estado de los pies.
"Nos enfrentamos a un problema médico muy significativo, que afecta a la vida de millones de personas. Creemos que debe haber una manera de evitar el empeoramiento de estas patologías", explicó Danny Bavli, el ingeniero líder del proyecto.
Bavli se asoció con Sagi Frishman y el doctor David Morgenstern, un destacado cirujano ortopedista del centro médico Hadassah, quienes junto a miembros del grupo de Diseño Biológico de la Universidad Hebrea crearon SenseGO.
SenseGO siente los cambios de presión derivados de posturas incorrectas y las deformaciones anatómicas a través de señales eléctricas que se remiten a la aplicación del teléfono. En caso de ser necesario, el smartphone informa a los pacientes de posibles riesgos.
"Estamos ante un enfoque clásico de salud móvil. Al dar a los pacientes y sus familias las herramientas que necesitan para prevenir desarrollos ulcerosos, podemos reducir drásticamente los costes médicos relacionados con la diabetes", comentó el profesor Yaakov Nahmias, director del programa de Diseño Biológico de la universidad.
Este wearable provocaría un gran impacto no solo en mejorar la salud de los pacientes, sino también en los costos de los sistemas de salud de los países, ya que a modo de prevención los equipos médicos recomiendan a sus pacientes realizar revisiones periódicas para detectar aumentos en la presión y ulceraciones. Lamentablemente, las úlceras sólo pueden diagnosticarse una vez que han aparecido, lo que implica que el paciente requerirá un periodo de cura, y esto a su vez repercute en los costes sanitarios.
Smart Sox
A su vez, el departamento de cirugía de la Universidad de Arizona del Sur, en asociación con la Hamad Medical Corporation –sustentado por el Fondo de Investigación Nacional de Qatar– generaron Smart Sox.
Al igual que con SenseGo, los calcetines los utilizarán personas con diabetes, que estén en riesgo de formación de úlceras en los pies que pueden llevar a la amputación y la muerte.
Para desarrollarlos, los científicos utilizaron textiles “inteligentes”, compuestos por fibra óptica y sensores que monitorean la temperatura, la presión y los ángulos de las articulaciones de los pies.
Las personas con diabetes a menudo pierden la sensación de dolor y no son conscientes de desarrollar úlceras en los pies y, de esta manera, se puede alertar a los profesionales de la salud.
“Lo que podemos hacer ahora con estos medias inteligentes, potencialmente, es identificar un punto conflictivo y tal vez identificar movimientos que son problemáticos y de estrés. Eso nos podría dar una señal de alerta temprana”, dijo el profesor de cirugía David Armstrong, del Centro Médico de la Universidad de Arizona.
Fuente: Infobae
La consecuencia más severa de esta patología es la amputación de algún miembro de las extremidades inferiores o superiores, lo que deja a algunos diabéticos con discapacidad.
SenseGO
Científicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén desarrollaron una media con sensores llamadas SenseGO, que transmiten información a una aplicación de smartphone para monitorizar el estado de los pies.
"Nos enfrentamos a un problema médico muy significativo, que afecta a la vida de millones de personas. Creemos que debe haber una manera de evitar el empeoramiento de estas patologías", explicó Danny Bavli, el ingeniero líder del proyecto.
Bavli se asoció con Sagi Frishman y el doctor David Morgenstern, un destacado cirujano ortopedista del centro médico Hadassah, quienes junto a miembros del grupo de Diseño Biológico de la Universidad Hebrea crearon SenseGO.
SenseGO siente los cambios de presión derivados de posturas incorrectas y las deformaciones anatómicas a través de señales eléctricas que se remiten a la aplicación del teléfono. En caso de ser necesario, el smartphone informa a los pacientes de posibles riesgos.
"Estamos ante un enfoque clásico de salud móvil. Al dar a los pacientes y sus familias las herramientas que necesitan para prevenir desarrollos ulcerosos, podemos reducir drásticamente los costes médicos relacionados con la diabetes", comentó el profesor Yaakov Nahmias, director del programa de Diseño Biológico de la universidad.
Este wearable provocaría un gran impacto no solo en mejorar la salud de los pacientes, sino también en los costos de los sistemas de salud de los países, ya que a modo de prevención los equipos médicos recomiendan a sus pacientes realizar revisiones periódicas para detectar aumentos en la presión y ulceraciones. Lamentablemente, las úlceras sólo pueden diagnosticarse una vez que han aparecido, lo que implica que el paciente requerirá un periodo de cura, y esto a su vez repercute en los costes sanitarios.
Smart Sox
A su vez, el departamento de cirugía de la Universidad de Arizona del Sur, en asociación con la Hamad Medical Corporation –sustentado por el Fondo de Investigación Nacional de Qatar– generaron Smart Sox.
Al igual que con SenseGo, los calcetines los utilizarán personas con diabetes, que estén en riesgo de formación de úlceras en los pies que pueden llevar a la amputación y la muerte.
Para desarrollarlos, los científicos utilizaron textiles “inteligentes”, compuestos por fibra óptica y sensores que monitorean la temperatura, la presión y los ángulos de las articulaciones de los pies.
Las personas con diabetes a menudo pierden la sensación de dolor y no son conscientes de desarrollar úlceras en los pies y, de esta manera, se puede alertar a los profesionales de la salud.
“Lo que podemos hacer ahora con estos medias inteligentes, potencialmente, es identificar un punto conflictivo y tal vez identificar movimientos que son problemáticos y de estrés. Eso nos podría dar una señal de alerta temprana”, dijo el profesor de cirugía David Armstrong, del Centro Médico de la Universidad de Arizona.
Fuente: Infobae
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