La libertad propia comienza donde termina la libertad ajena. Sentido común. Pero en materia de software los límites de la libertad no son tan claros.En los inicios de la informática masiva, en los años ´60 y ´70, los fabricantes no sólo entregaban a sus clientes los ordenadores propiamente dichos, sino también, los programas necesarios para su funcionamiento. Los unos no eran útiles sin los otros, no existían discusiones al respecto y los programadores compartían sus creaciones sin limitación alguna.
Pero esta concordia creativa no duraría para siempre. A comienzos de la década del 80, algunas empresas comenzaron a entregar sus equipos con pequeñas limitaciones de software, en especial hacia la posibilidad de copiar programas para luego instalarlos en otros equipos. Nacía así el software comercial, y con él una casi interminable lista de controversias e intereses.
Por aquellos años, el ingeniero Richard Stallman, necesitó realizar algunos cambios en el código controlador de una impresora a fin de incluirle funciones acordes a los requerimientos de su empresa. Solicitó entonces autorización al fabricante, la cual le fue denegada. Stallman creó así la Free Software Foundation (FSF), entidad impulsora del denominado software libre.
El término inglés “free” ha generado gran confusión puesto que el concepto de software libre alude a la libertad que posee el usuario de usar, copiar, distribuir, estudiar, cambiar y mejorar un programa determinado, sin tener que pedir para ello permiso alguno, y no debe interpretarse como “gratis”, ya que no se relaciona con el precio el hecho de que un software sea libre o no.
¿Qué características debe reunir un software para ser considerado libre? Básicamente debe asegurar que los usuarios gozarán de cuatro beneficios esenciales:
• Libertad 0: los usuarios podrán utilizar el programa para cualquier fin.
• Libertad 1: será posible acceder a su código para estudiar su funcionamiento, modificar sus funciones, realizar adaptaciones acordes a las necesidades del usuario, etc. Para esto es condición indispensable poder que el código no posea limitaciones de acceso.
• Libertad 2: los usuarios podrán copiar y distribuir el programa y colaborar de este modo con el resto de la comunidad que aprovechará sus beneficios,
• Libertad 3: será posible realizar cambios o mejoras en el software y permitir el acceso a dichas mejoras por parte del resto de los usuarios. Esto puede hacerse gratuitamente o cobrando un arancel por distribución.
Software libre y software de código abierto también son dos conceptos que suelen confundirse y aunque comparten y defienden principios básicos similares, desde la FSF sostienen que la posibilidad de acceder al código (código abierto) no implica que el mismo pueda modificarse y distribuirse como si fuera original. Estas diferencias entre ambas posiciones aún persisten.
Otro error común es pensar que la condición de libre de un software habilita a los usuarios a realizar modificaciones a su antojo, copiar ilimitadamente e incluso lucrar con ellos. Estas acciones son diametralmente opuestas a la filosofía que dio nacimiento al software libre, cuyo principal objetivo es la democratización del conocimiento para todos los sectores sociales.
Pero a poco de difundidos los fundamentos del software libre, surgieron nuevos conflictos. ¿Qué sucede si un programador toma un software libre, le realiza modificaciones y luego lo distribuye con restricciones comerciales? Ese software dejaría de ser libre debido a la intervención de un tercero. Para evitar este tipo de maniobras, nacieron las licencias y sus múltiples variantes.
Una licencia es la manera que posee un autor de ver respetados sus derechos de propiedad intelectual, y la forma en que él mismo habilita al resto de la comunidad para utilizar su creación. Existen muchas y muy diversas. Por lo general sirven para especificar de qué modo puede utilizarse el software y además, cuáles son aquellos usos o cambios no permitidos.
Debian, por ejemplo, es un proyecto cuyo objetivo inicial fue la creación de un sistema operativo libre. Así nació Debian GNU/Linux, un sistema utilizado libremente por millones de usuarios en todo el mundo, responsables también de sus mejoras, crecimiento y distribución. Actualmente las licencias más difundidas son GNU/GPL, MPL, CopyLeft, BSD, entre otras.
En las I Jornadas de Software Libre y Empresa que se desarrollaron en España en 2007, Pablo Garaizar Sargarminaga aseguraba que “el software libre no ha creado nuevos modelos, sino que ha cambiado el equilibrio de fuerzas entre los modelos tradicionales de negocio”.
Es común preguntarse ¿qué ganan quienes desarrollan software libre?. Por lo general no existe un interés económico detrás de estos desarrollos. El libre juego de la oferta y la demanda hace que, incluso si se venden copias de software libre, éstas mantengan precios muy bajos, puedan ser adquiridas por cualquier persona y logren enfurecer a los monopolios informáticos.
Nota publicada por Gustavo Maceda en Psicofxp
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