26 de octubre de 2011

Servicios para almacenar archivos en la red

Varios sitios permiten almacenar archivos en línea, editarlos, compartirlos y sincronizar su contenido en computadoras, tablets y teléfonos.

Hace diez días que está disponible la versión 5 de iOS, el sistema operativo de Apple para teléfonos móviles, tablets y reproductores multimedia. 

Con su llegada comenzó a funcionar iCloud, la plataforma de servicios basados en la Nube de Apple, y la empresa Box.net, que ofrece un disco virtual gratis de 5 gigabytes (GB), anunció que todos aquellos que accedieran a su servicio desde la aplicación para iOS obtendrían una cuenta de 50 GB gratis de almacenamiento online de por vida (la oferta sigue vigente hasta fines de noviembre ).


A su vez, el servicio iCloud permite tener una copia actualizada de las fotos, los libros, las aplicaciones instaladas y otros elementos que el usuario tenga en un dispositivo iOS, además de disponer de 5 GB gratis en línea para almacenar los archivos que el usuario disponga.


La oferta de Apple y Box.net no es la única ni la primera, y es parte de las muchas alternativas que hay para compartir archivos en línea.




El método más popular para transferir archivos en forma remota (es decir, entre dos computadoras o usuarios) ha sido, históricamente, el e-mail, más desde que los proveedores más grandes (como Gmail, Hotmail y Yahoo) permiten adjuntar hasta 20 MB de archivos por mensaje.

Eso está muy bien para unas pocas fotos o archivos, pero para cosas más grandes es demasiado limitado.

Así nacieron los sitios de transferencias transitorias, que permiten subir un archivo a un servidor en línea y obtener un link de descarga sencillo que luego puede enviarse por e-mail, publicarse en un blog y demás.

Entre los más célebres están Rapidshare , MediaFire o Megaupload. El primero no impone límite a la cantidad de archivos que un usuario registrado de la versión gratis del servicio puede poner en línea; el segundo tampoco, pero no permite archivos de más de 200 MB; el tercero admite hasta 200 GB y archivos de 1 GB.

También hay servicios como DropSend (hasta 2 GB por archivo), FileMail (hasta 2 GB por envío) o MailBigFile (hasta 300 MB por archivo), que permiten enviar archivos sin registrarse. Basta con elegir el archivo, anotar la dirección de e-mail del destinatario y dejar cargando el archivo; cuando el proceso finalice el sistema enviará automáticamente un mensaje con un enlace de descarga.

Dependiendo de la cantidad de downloads que reciba y del tiempo que esté online, en la versión sin costo de estos servicios el archivo será borrado automáticamente después de un tiempo.

SIEMPRE SINCRONIZADO

Quienes busquen algo más permanente y abarcador pueden usar los servicios de almacenamiento en línea que ofrecen una suerte de disco rígido virtual.

De ellos, quizás el más conocido sea Dropbox, que ofrece 2 GB de almacenamiento gratis y la posibilidad de sumar hasta 6 GB más si se recomienda el servicio. Lo interesante de Dropbox es que permite la sincronización de archivos a través de varios dispositivos.

Alcanza con descargar un instalador, ejecutarlo y copiar a una carpeta predefinida los archivos que queremos sincronizar. Estos se almacenarán en los servidores de la compañía y se actualizarán con cada cambio en los archivos originales. Pero además permite sincronizar este contenido en forma automática en otros dispositivos, sean computadoras tradicionales, tablets o smartphones iOS, Android o BlackBerry. Para la tablet PlayBook de RIM existe BlueBox, creada por el argentino Mariano Carrizo (es gratis y se descarga de la tienda de la PlayBook); para Symbian y Windows Phone 7 hay alternativas en www.dropbox.com/apps/ . Allí también pueden encontrarse múltiples aplicaciones que usan Dropbox para almacenar los archivos que crean.

Un servicio similar es SugarSync , que ofrece 5 GB gratis, aplicaciones para sincronizar contenidos en computadoras y todo tipo de dispositivos móviles, y la copia automática de los cambios en cada archivo.

En ambos casos, además, es posible compartir esos datos con otros usuarios de los servicios o con un tercero a través de un enlace Web.

Quienes necesiten servicios más tradicionales (un disco virtual donde crear carpetas con archivos que luego puedan compartirse con un link) pueden apelar a Box.net, (5 GB gratis, que se transforman en 50 GB si se accede desde un dispositivo iOS; esa cantidad estará disponible luego sin importar desde dónde se use), que también cuenta con aplicaciones para acceder desde dispositivos móviles (en la PC se hace desde la Web) y la posibilidad de integrar servicios Web de terceros. Por ejemplo, usar Google Docs para crear documentos, pero almacenándolos en Box.net. La herramienta para sincronizar contenidos al estilo Dropbox requiere, aquí, una cuenta paga.


Otra alternativa está en los 25 GB de Skydrive, de Microsoft, con una interfaz que se actualizó para bien en los últimos meses y que ya no requiere el uso de Silverlight; los móviles con Windows Phone 7 utilizan ese disco virtual para hacer una copia de seguridad de sus fotos, usarlo como repositorio para los documentos que editan en el móvil y más.

También está 4shared (10 GB), Wuala (2 GB) y el Amazon Cloud Drive (5 GB). Este último también tiene un servicio para almacenar música online y hace streaming desde los servidores de Amazon, pero no está disponible en nuestro país.

ARCHIVOS SEGUROS

Pero como demostró el incidente de Dropbox en junio último (cuando por unas horas fue posible entrar a cualquier cuenta con cualquier contraseña), usar un servicio de almacenamiento online tiene sus bemoles.

Es que los archivos están en un lugar remoto y desconocido. Si falla el servicio, los archivos no estarán disponibles. Si falla la conexión a Internet tampoco.

Hay que evaluar si cierta información quizá no es mejor tenerla cerca de uno (en un disco local, un pendrive, etcétera), o que si se debe poner en línea, amerita tenerla encriptada para que aun si un pirata informático tiene acceso a los archivos no pueda ver su contenido sin la contraseña segura correspondiente.

Además, que estén almacenados en los servidores de un tercero, y que a la vez estén disponibles desde cualquier lugar y dispositivo implica esmerarse a la hora de definir una contraseña robusta. Debe tener 8 caracteres como mínimo y combinar, en lo posible, mayúsculas, minúsculas, números y símbolos.

También hay que verificar que el servicio que usamos provea una conexión segura (utilizar HTTPS en el caso de la versión Web) para evitar que un tercero pueda interceptar el intercambio de información entre nuestra PC y los servidores donde están alojados nuestros archivos.

Siguiendo estos consejos, sin embargo, será posible tener una herramienta muy cómoda para tener nuestros archivos disponibles para descargar o compartir desde cualquier computadora y en cualquier parte del mundo.

Fuente: La Nación

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