Cada año se venden a nivel mundial más de 1.000 millones de aparatos celulares y dos de cada tres personas tienen acceso a la telefonía móvil. En cinco años, el celular será el principal medio de conexión a Internet y superará el acceso a la red desde computadoras. Para este año se espera la incorporación masiva de la nueva tecnología 4G, que permitirá navegar más rápido por Internet y ver televisión desde el teléfono. La constante innovación tecnológica y nuevas funcionalidades en los teléfonos celulares conllevan un permanente recambio de equipos a una velocidad preocupante.
En Argentina existe una amplia disponibilidad de modelos que cuestan entre 100 y 4.000 pesos aproximadamente. Por otro lado, la innovación, las nuevas funciones y materiales acortan cada año la vida útil de los celulares. Así, la lógica del mercado se mueve hacia el recambio cada vez más frecuente y los aparatos se tornan obsoletos rápidamente. El parque total de celulares es de 32.5 millones de líneas en uso, sobre una población total aproximada de 41 millones de habitantes y se estima que hacia 2011 esta cifra llegará a los 34.3 millones. La vida útil de los celulares es en promedio de 3 años, el tiempo necesario para el recambio total del parque actual de 32.5 millones de aparatos. En este contexto, podemos esperar un gran crecimiento de aparatos celulares descartados.Casi 10 millones de celulares se descartaron en los dos últimos años y la tendencia permanecerá igual hasta 2011.
El 30% de estos aparatos celulares tiene como destino probable la disposición como residuo, excluyendo el “re-uso” a través del traspaso a otras personas, el porcentaje que es devuelto al operador y la cantidad de aparatos que permanecen en los hogares “en el cajón”. En este último caso, se trata de aparatos acopiados en oficinas, hogares, entes públicos o depósitos de industrias. Además, debemos considerar que la mayoría del parque actual de celulares es de la gama más baja: con el gran crecimiento de las redes sociales, las nuevas funcionalidades de los aparatos y los futuros planes de las operadoras para la adquisición de nuevos aparatos, es posible esperar que el descarte será mayor.
Los celulares desechados anualmente pasan a engrosar el total de residuos electrónicos generados cada año. Un reciente informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente advirtió que alrededor de 40-50 millones de toneladas se generan todos los años a nivel mundial y prevé "serias consecuencias" en esta década por las montañas de desechos "peligrosos" y "tóxicos" que se acumulan sin ningún control en las economías en vías de desarrollo. En Argentina, se estima que cada habitante genera 2,5 kilogramos por año de este tipo de residuos, cerca de 100 millones de kilos anuales (100 mil toneladas).
Gran parte de los aparatos de celulares descartados, terminan en rellenos sanitarios o basurales a cielo abierto, con un agravante: tienen un grado mayor de toxicidad que los residuos comunes, y en el caso de los celulares, debemos sumarle que uno de sus componentes principales son las baterías recargables.
Las baterías son, junto con las plaquetas electrónicas (circuitos impresos), los componentes con mayor potencial de contaminación de los equipos electrónicos. La transición en los compuestos químicos de las primeras baterías de plomo hacia el tipo níquel-cadmio llevó alrededor de 10 años. Luego, el traspaso hacia níquel-hidruro de metal llevó alrededor de 5 años más. Las actuales de ion-litio y litio-polímero están reemplazando, por ejemplo, a las baterías de níquel-hidruro de metal.
Estos cambios en las baterías han reducido el consumo de energía de los teléfonos durante la fase de uso y, en parte, ha disminuido el potencial de toxicidad, aunque aún mantiene niveles altos. “Redondeando cifras, casi el 30% del peso de las pilas y/o baterías está formado de materiales tóxicos como Mercurio, Cadmio, Níquel, Manganeso, Litio y Zinc. Estos contaminantes se concentran inadvertidamente y sin control en los rellenos sanitarios y basurales del país con consecuencias muy graves y escasamente documentadas”.
Los invito a ver este video para reflexionar sobre el impacto de las baterías en el medio ambiente:
Debemos ser claros, las baterías, una vez finalizada su vida útil, no son residuos inocuos. Todos los tipos de pilas y baterías primarias y secundarias deben ser tratados y reciclados con la mejor tecnología disponible o, en su defecto, deben ser separados del flujo de los residuos domiciliarios comunes y dispuestos de manera segura. Deshacerse de estos residuos con los demás residuos o recolectarlos, acopiarlos o acumularlos en hogares, escuelas, etc., no es una solución segura ni ambientalmente adecuada.
Para prevenir una crisis por el crecimiento de la basura electrónica, los fabricantes deben diseñar productos limpios con mayor vida útil, seguros y fáciles de reciclar y que no expongan a los trabajadores y al ambiente a químicos peligrosos.
Les sugiero leer la nota completa en Greenpace Argentina
Hola Miguel, al final entre. No sabia que tenia tanto vida el sitio, voy a entrar más seguido. Saludos
ResponderEliminar¡Gracias por la visita! Espero tus aportes para enriquecer el blog.
ResponderEliminarSaludos
hasta hoy no savia que los celulares contaminaban al medio ambiente. lo voy a tener en cuenta. gracias por la informacion importante.
ResponderEliminarsaludos
alejandro mesa