El gran incremento de la información que se produce y se almacena -ya sea a través de fotografías, videos, canciones y otros documentos cada vez más pesados- condena a que los discos rígidos de las computadoras quedan cada vez más chicos. La opción más rápida y sencilla y para solucionar el problema, además de sumar movilidad de datos, es la compra de un disco rígido externo portátil.
Estos dispositivos además funcionan como una excelente herramienta para hacer copias de seguridad de la información sensible que se tenga guardada en disco rígido de la computadora. De manera que si la PC o su disco rígido sufren algún inconveniente, los archivos y software podrán tener una copia en un disco alternativo.
La popularidad de estos aparatitos se incrementa día a día porque no son muy costosos respecto a la información que almacenan y protegen, pueden ser instalados muy fácilmente por un usuario básico y, debido a sus reducidas dimensiones, son ideales para su transporte.
Presentadas las principales ventajas y ya convencidos de que un disco rígido portátil puede solucionar uno o más de los problemas que puede tener un usuario de computadora, es conveniente analizar los principales aspectos a tener en cuenta a la hora de decidirse por alguno de ellos.
Conectividad: actualmente, el sistema de conectividad más utilizado por estos equipos es el USB 2.0, que ofrece una velocidad real de trasferencia de 60 Mbps (megabits por segundo). Pero aquellos compradores con visión de futuro tienen a su disposición equipos con USB 3.0, que alcanzan una velocidad de transferencia 10 veces superior a los modelos con USB 2.0 y que ya comenzaron a ser incluidos en nuevos modelos de computadoras. Claro está que para poder disfrutar de la velocidad del puerto USB 3.0 que ofrezca el disco rígido, el mismo debe estar conectado a una computadora que también posea un puerto USB 3.0 porque, de lo contrario, la transferencia sea realizará a la velocidad que disponga el puerto más lento. Para usuarios más avanzados (y con requerimientos profesionales) también se pueden conseguir discos con puertos FireWire, SATA y Ethernet, que soportan mayores velocidades de transferencia.
Alimentación: la mayoría de los discos rígidos externos portátiles dirigidos a usuarios hogareños y profesionales generalmente no requieren fuente de alimentación propia y toman energía a través del cable de conectividad con la computadora.
Tamaño Físico: si el disco será utilizado para transportar datos, es recomendable tener en cuenta sus dimensiones. Pero si va a estar permanentemente conectado a una misma computadora, el volumen y peso pasan a tener una importancia menor. Los discos hasta 500 GB generalmente caben hasta en un bolsillo y pesan alrededor de 200 gramos. Pero los de 1 terabyte generalmente no miden menos de 18 cm, pesan un poco más que los de 500 y algunos modelos pueden llegar a marcar en la balanza cerca de 1 kilogramo.
Capacidad: los formatos que se consiguen con mayor facilidad en el mercado son los 250 GB, 320 GB, 500 GB y 1 TB (terabyte). Y también se puede dar con los de 2 TB.
Como ejemplo podemos decir que en un disco de 500 gigabytes se pueden alamacenar:
170.000 fotografías digitales, de 3MB cada una
128.000 canciones en mp3, de 4 MB cada una
200 horas de video en calidad DVD
60 horas de video en alta definición HD
Costo por giga: el costo de los discos rígidos externos es inversamente proporcional a su capacidad. Cuanto mayor es la capacidad del disco, menor será el valor por cada gigabyte de almacenamiento). Por ejemplo, un disco de 250 GB se puede conseguir a 70 dólares (0,28 dólares por cada GB), mientras que uno de 500 GB se vende a 110 dólares (0,22 dólares por cada GB) y uno de 1 terabyte a 150 dólares (0,14 dólares por cada GB).
Velocidad: medida en RPM (revoluciones por minuto) señala la cantidad de vueltas que realiza el disco en el lapso de un minuto. Actualmente, la mayoría de los equipos ofrece una velocidad de 7.200 RPM. Por lo tanto, si es más veloz será bienvenido.
Garantía: nunca viene de más recordar que es muy importante adquirir productos que cuenten con la mejor garantía. Y la misma no solamente se refiere a la mayor extensión de su período de vigencia sino a la posibilidad efectiva de ponerla en práctica, ya sea a través del comercio que lo vendió y del fabricante.
Seguridad: si la idea es guardar archivos confidenciales, habrá que decidirse por equipos que requieran protección vía código de seguridad (y hasta de reconocimiento de huellas digitales) y dispongan la capacidad de encriptar los archivos almacenados.
Backup automático: hay discos que incluyen un software para automatizar la acción de realizar copias de seguridad. De esta manera, el disco puede realizar copias en tiempo real o bien respetando una periodicidad programada.
Extras: casi todos los equipos incluyen el cable de conectividad correspondiente y, de ser necesario, el cable de energía. La mayoría están fabricados con materiales plásticos pero también están aquellos que incorporan aluminio para aportarle mayor protección y disipación de calor.
Fuente: La Nación
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