24 de febrero de 2013

Many Worlds, un cortometraje con cuatro finales.


Algunas películas tienen finales alternativos, porque al director o al guionista se les ocurrió una forma diferente de terminar de contar la historia. 

También existe en el mundo de los libros y los videojuegos la opción de obtener un final diferente según las elecciones que hagas mientras avanzas en la historia.

Ahora, un cortometraje permite obtener un final de entre cuatro alternativas, dependiendo de la respuesta de la audiencia.

Many Worlds es un cortometraje en el que diferentes personas del público se ajustan sensores para que la historia tome distintos caminos dependiendo de las reacciones de estos espectadores.

El guionista y director  del cortometraje, Alexis Kirke,  afirma haberlo basado en la paradoja del gato de Schrödinger y sus realidades alternativas, basadas en un experimento imaginario concebido en 1935 que se sustenta sobre los principios de la mecánica cuántica y sostiene que el desenlace de cualquier situación es una superposición de todos los estados posibles hasta que interviene el observador.  El nombre del corto Many Worlds (Muchos Mundos), hace alusión a la teoría sobre la existencia de universos paralelos.

La trama también sigue al ejemplo del gato: una estudiante de física llamada Connie, se encierra en una caja del porte de un ataúd con una cápsula de gas conectada a un contador Geiger. Si el contador logra una medición, la chica podría morir – o en realidad eso ya podría haber pasado y la chica puede estar muerta. Charlie, otro estudiante, se da cuenta de la situación, y de ahí la historia empieza a desarrollarse.

El cortometraje interactivo funciona de esta manera: se utiliza una muestra de cuatro miembros de la audiencia como voluntarios para representar el estado de ánimo emocional y el interés de todo el público.

Los voluntarios están equipados con sensores pequeños (no más intrusivos que los anteojos 3D). Para cada uno de los cuatro una lectura diferente biológico se toma: frecuencia cardiaca, la tensión muscular, la actividad de las ondas cerebrales, y lo que se conoce como la conductancia de la piel.

Los valores obtenidos se analizan mediante algoritmos informáticos inteligentes desarrollados especialmente para muchos mundos y se utiliza para estimar el estado de ánimo público y por lo tanto la versión de la escena siguiente debe ser elegido. Si la medición dice que los espectadores están aburridos, la siguiente parte del film agregará más acción. Si un segmento resultó muy deprimente, el siguiente puede ser alegre, etc. 

El cortometraje dura 15 minutos y se estrenó ayer en un festival de la Universidad de Plymouth en el Reino Unido, el Peninsula Arts Contemporary Music Festival.


Fuente: Fayerwayer

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